(Los hechos de esta historia ocurren antes del primer libro de crepúsculo.)

"Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, pero morir en lugar de alguien a quien se ama me parece una buena forma de acabar"


En la península de Olympic, al noroeste del Estado de Washington, existe un pueblecito llamado Forks cuyo cielo casi siempre permanece encapotado. En esta insignificante localidad llueve más que en cualquier otro sitio de los Estados Unidos.

A simple vista puede parecer un pueblo como otro cualquiera, pero sus habitantes no se pueden ni imaginar las criaturas que caminan entre ellos.

Los licántropos de La Push llevan generaciones protegiendo a los humanos de lo que ellos llaman “chupasangres”, son pocos los que han logrado mantener las distancias y cierta cordialidad con ellos.

Mientras que algunos de aquellos chupasangres viven en paz con los humanos otros viven en una lucha de poder constante. Un clan que manda desde las sombras del mundo vampírico tiene unas normal muy estrictas y cualquiera que se digne si quiera a intentar romperlas muere.

Los Vulturis son un clan poderoso que hace siglos arrebató el poder a los que podríamos llamar la antigua realeza vampírica: los Rumanov. Estos últimos sedientos de venganza llevan siglos intentando recuperar lo que es suyo… el poder y el control sobre el mundo vampírico. Y aunque parecía que su existencia iba a ser en vano cierta vampiresa surgió entre los palacios de la gran bella y antigua Rumanía con un plan para derrocar a los vampiros italianos.

Didyme Vulturi era la antigua esposa de Marco a la que los Vulturis creían muerta. Ella sabía que el mundo vampírico no podía estar bajo el poder de los tres hermanos sin que llegara un momento donde todo se descontrolara. Ansiaba un nuevo reino donde pudiera gobernar la paz y ahora bajo el apellido Rumanov estaba dispuesta a ayudar a su nuevo clan a resurgir de las cenizas.

Lucha y poder, sed de venganza, recuperar humanidad… son muchos los deseos en este mundo sobrenatural, pero… ¿Cuáles son los que llegarán a hacerse realidad?